Es Jigging es otra de las nuevas técnicas de pesca que se ha expandido desde oriente, especialmente desde Japón a todo el mundo. Debe su nombre a los señuelos que se utilizan, los jigs: plomos de colores y reflectantes con forma de pececillo. Es sin duda una de las pescas más activas y requiere un esfuerzo físico importante, sobre todo de brazos y de riñones.
Índice
El Jigging es una técnica de pesca que intenta provocar el instinto depredador de los peces mediante el uso de los llamados jigs, que son señuelos pesados que lanzaremos hacia el fondo del mar y recuperaremos de distintas formas según el tipo de jigging que estemos practicando. Normalmente se realiza en aguas profundas que van desde los 20 metros hasta los 200 o más.
Aunque se comenzó pescando con jigs duros, de metal, ahora también se practica con jigs blandos, que son señuelos de silicona a los que se añade una cabeza plomada.
Cuando practicamos la pesca con jigs, o jigging, nuestra intención es que los depredadores vean en nuestro señuelo a un pez que, estando en dificultades, busca la superficie de manera más o menos rápida.
Lanzamos nuestro señuelo para que llegue al fondo lo más rápido posible; pero ojo, muchas veces el ataque se produce en la caída, por lo que no hay que perder el tacto mientras nuestro señuelo desciende.
Una vez llegue nuestro señuelo al fondo comenzaremos a recoger al principio con tirones largos y lentos, e iremos incrementando la velocidad de los mismos según nos acercamos a la superficie, esto se hace porque no atacan al señuelo igual los peces ventónicos que los pelágicos.
Si nuestra intención sólo es pescar más o menos en el fondo buscando los peces ventónicos, cuando nuestro señuelo esté a medias aguas volveremos a dejarlo caer.
Si queremos pescar peces pelágicos no dejaremos que el señuelo profundice demasiado y haremos que “trabaje” en aguas intermedias y superficiales.
En general existen dos tipos de jigs, que son los duros, bien de metal o tugsteno, y los bandos, de silicona con una cabeza plomada.
Dentro de los Jigs duros los tres tipos más usados son los jigs clásicos o tipo cuchillo, los Tai Rubber y los Inchiku.
Los Jigs blandos o de silicona bajan mucho más lentos que los otros tres tipos, y además derivan demasiado cuando hay algo de viento o corriente, por lo que se recomiendan para profundidades máximas de 30 metros y cuando las condiciones del mar son muy buenas.
En esta modalidad de pesca no se puede improvisar y hay que preparar cañas y aparejos específicos según vayas a pescar, porque no es lo mismo pescar con un señuelo de 60 gramos que con uno de 200,o pescar a 40 metros de profundidad que a 200: los equipos serán diferentes si queremos tener algún éxito en nuestra jornada de pesca.
Yo te recomiendo comenzar por el jigging ligero, que podríamos definir como el que se practica en aguas hasta 60 metros y con jigs de hasta 120 gramos. Es menos cansado y podremos mover nuestros señuelos tanto por el fondo como a medias aguas buscando actividad.
El Jigging pesado, que busca grandes depredadores sobre todo en la profundidad, es algo más aburrido pues buscamos “la gran picada” y a veces es mejor comenzar por lo más sencillo teniendo más picadas, pues así vamos practicando movimientos de recogida, caída, etc.
El Jigging no es una técnica de pesca fácil pues con muchísima frecuencia vamos a tocar piedra y a perder los jigs, cosa que no nos hará ninguna gracia; por eso, al principio compra jigs baratos para practicar: te ahorrarás dinero y disgustos.
Ejemplo de jigs baratos para practicar:
Es imposible hablar de un sólo tipo de materiales para hacer jigging porque como he dicho no es lo mismo mover un jig de 30 gramos a 20 metros de profundidad que uno de 200 gramos a 150 metros bajo el agua.
Pero vamos a dar unas pautas generales para saber cómo es un equipo de iniciación para hacer jigging comenzando por lo básico, de manera que si después queremos especializarnos en este tipo de pesca y adquirir mejores materiales, ya tendremos cierta experiencia y podremos elegir mejor el equipo de jigging que más se adapte a nuestro estilo.
El Jigging es un tipo de pesca físicamente exigente, por lo que vamos a utilizar un caña que sea ligera para cansarnos menos.
En el jigging tenemos una acción muy directa sobre nuestro señuelo por lo que necesitaremos una caña que transmita el peso y el movimiento del señuelo hasta nuestros brazos y manos, para así manejarlo mejor.
Así, la caña de Jigging va a ser ligera, de acción parabólica, y de una medida alrededor de los dos metros.
La acción parabólica progresiva de estas cañas sirve a la vez para mover con más naturalidad el señuelo y también para conseguir potencia al trabajar toda la caña una vez ha picado el pez.
Pensad que los grandes peces que habitan los fondos rocosos, como meros, pargos o dentones van a hacer unas primeras arrancadas brutales que la caña debe amortiguar con su acción parabólica y progresiva. Si fuese demasiado rígida nos partirían el aparejo a la primera embestida.
Si buscas una buena caña para iniciarte en el mundo del Jigging yo te recomiendo el modelo SALTIST de Daiwa.
Puede ser de bobina fija o móvil, según el gusto de cada uno. Los de bobina móvil son algo más caros en general, ofrecen más de control en la pesca que los de bobina fija y el freno es más potente.
El carrete de jigging tiene que ser potente, con una bobina donde quepan al menos doscientos metros de buen trenzado y con un freno que ofrezcan al menos 7 u 8 kgs de potencia, a ser posible que el freno sea de discos de carbono.
Las características más importantes de un carrete de jigging es que tengan un pik-up fuerte con un arco grueso, una manivela de una sola pieza y con un pomo de agarre cómodo y que de la sensación de potencia.
Otra cosa importante en un buen carrete de jigging con bobina fija es que tenga una rueda de control (freno) sobredimensionada para así controlar mejor cuando tengamos la clavada.
Tanto Daiwa como Shimano tienen gran variedad de carretes de Jigging de gran calidad y a unos precios razonables,. Mis dos favoritos para iniciarse en el jigging con un carrete de gran calidad a precio contenido son estos:
El hilo que se utiliza en este tipo de pesca es el trenzado, a ser posible el que cambia de color cada diez metros porque así controlaremos mucho mejor cuando pesquemos cerca del fondo, o si queremos pescar a cierta profundidad sólo tendremos que contar los colores que van saliendo de nuestro carrete.
El tipo de trenzado de 8 hebras es más resistente y de mayor calidad que el de 4, por lo que se recomienda éste último. No hay que pasarse con el grosor, pues si no el hilo cogerá mucha agua y derivará demasiado.
Un hilo 1.0 si hacemos Slow Jigging o un 2.0 si hacemos Jigging vertical más profundo pueden ser suficiente. Una vez clavado el pez, la caña y el freno del carrete ajustado (a ojo) a la resistencia de tu línea harán que tu pesca sea deportiva de verdad.
Para que os hagáis una idea, estos son los números, con su grosor y su resistencia.
Número de línea 1,0 #: 0,18mm/22LB/9,1 KG
Número de línea 2,0 #: 0,23mm/31LB/13,7 KG
Número de línea 3,0 #: 0,28mm/40LB/18,2 KG
Número de línea 4,0 #: 0,32mm/50LB/22,7 KG
Número de línea 5,0 #: 0,37mm/61LB/28 KG
Número de línea 6,0 #: 0,40mm/72LB/35,4 KG
Número de línea 8,0 #: 0,50mm/88LB/40 KG
Aquí os dejo un enlace de un vendedor que tiene de todos los tipos de trenzado para que le echéis un vistazo.
Como bajo de línea utilizaremos siempre fluorocarbono, y seremos generosos poniendo hilo, entre dos y tres brazas.
Es muy importante que la unión entre el trenzado y el fluorocarbono esté hecha con cuidado. Se puede hacer a mano uno mismo o con una máquina que venden para ello. Siempre es recomendable la máquina. Os dejo dos enlaces de youtube para que veáis un nudo bien hecho y cómo funciona la máquina de anudar.
El trenzado y el fluorocarbono deben de ser de una resistencia similar para que el aparejo de pesca esté equilibrado.
No olvidéis ajustar el freno del carrete a la resistencia de la línea que llevamos montada. Si frenamos demasiado el carrete la línea partirá, y si lo aflojamos muchos, el pez se nos llevará hilo y puede que se enroque.
Es Jigging una modalidad de pesca que consiste en bajar hasta el fondo un señuelo pesado para después recogerlo, simulando así un pez que nada hacia la superficie.
El equipo recomendado para pescar a Jigging consiste en una caña ligera pero potente, un carrete de bobina fija o móvil equilibrado con nuestra caña, hilo trenzado en el carrete, fluorocarbono para el bajo de línea y señuelos de jigging de varios pesos, formas y colores para cambiar según se den las diferentes situaciones de pesca (profundidad, corrientes, etc)
El montaje necesario para pescar a Jigging consiste en un bajo de línea de fluorocarbono de acción inferior al hilo trenzado de nuestro carrete sobre el que va anudado o unido por una grapa.
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